Nueva Zelanda es un
país impresionante, único en la tierra. Es posible que demasiados lugares en el mundo se
autodenominen de esta manera, sin embargo, en el caso de Nueva Zelanda, y a causa de su
aislamiento geográfico, contiene una enorme cantidad de características inigualables en toda la faz de la tierra. De esta modo, Nueva Zelanda, es conocida por albergar una flora y una fauna que no es posible encontrar en ninguna otra parte del mundo. Posiblemente el más famoso de estos animales es el Kiwi, ave que no puede volar. Otros, con el paso del tiempo se han extinguido.
Otra de los puntos fuertes de Nueva Zelanda es
su variada naturaleza. Viajar por sus islas, y asomarse a su riqueza marina es asomarse a
unas vistas únicas. Asimismo lo son sus árboles, y bosques, tanto como sus
cordilleras. Probablemente la zona volcánica de Taupo es uno de los lugares que más impacto causan. Las ciudades también tienen una riqueza singular y mucho que ofrecer al viajero. Entre ellas, las
más conocidas por este motivo, son Wellington (la capital) y Auckland (la ciudad con mayor población). Respecto a la cultura, hay que tener presente que es en Nueva
Zelanda dónde está presente la cultura maorí. Sus tradiciones, juegos, ritos y estilo de vida son bastante interesantes.
Australia, en cambio, es un mundo por sí sola. Si observamos la parte geográfica, Australia tiene La Gran Barrera de Coral,
que es el arrecife de coral más extenso en el mundo,algo que favorece la existencia de una gran riqueza marína. El país cuenta con inmensas cordilleras, como la Gran Cordillera Divisoria, donde
se encuentra el monte Kosciuszko, en tanto que en la Australia Occidental podemos apreciar el monolito más grande del mundo (el Monte Uluru). Sin olvidar que Australia es el país habitado que menos suelo fértil posee, lo que se traduce en una gran parte desértica.
A pesar de todo ello, el espectáculo natural que nos ofrece es asombroso. Tanto la flora como la fauna del país por ello, resultan muy diversas, dependiendo en el lugar en el que nos encontremos. Las enormes distancias tienen como efecto que florezcan grandes ciudades, como lo son Sidney, Melbourne o Canberra. Imposible no visitar las preciosas playas que contienen y darnos el gusto de practicar algunos de los muchos deportes acuáticos que en ellas pueden realizarse, siempre que no nos importe compartir el agua con
algún que otro escualo. Puede que lo más fácil para conocer
estos dos paraísos es, evidentemente, viajar hasta allí, sin embargo a causa de lo extenso de su
superficie y por la gran cantidad de cosas que ver, una excelente opción es realizar este viaje
mientras se llevan a cabo otras tareas. Una de ellas puede ser la de aprender inglés, consiguiendo aprovechar de esta manera el tiempo. Algunas escuelas como ESL web ofertan este tipo de cursos que permiten conocer un lugar, y al mismo tiempo estudiar idiomas. Australia como no, es perfecto para aprender
inglés sobre todo porque no hay tanto hispanohablante como por ejemplo en Londres. Australia y Nueva Zelanda serán sin duda un viaje único e irrepetible.
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