Baalbek, Patrimonio de la Humanidad en el Líbano

Baalbek, arqueología en el corazón del Libano

Baalbek  es parte del Patrimonio de la Humanidad, declarado así por la Unesco en el año 1984. Baalbek, en árabe Ba’lbakk, ciudad del Líbano a unos 200 km al este de Beirut, se encuentra a pocos kilómetros de las fronteras con Siria. Antaño fue un santuario fenicio dedicado al dios Baal, deidad conocida en la Biblia por recibir sacrificios de niños que eran quemados como ofrenda; también fue ciudad griega, y desde la época de los seléucidas se le llamó Heliópolis, siendo colonia romana desde Augusto. Sin duda, se trata de los yacimientos arqueológicos de mayor importancia de oriente.

La ciudad de Baalbek se encuentra en el valle de Beqaa, una zona pro-Hezbolla, por lo cual hay un gran número de mezquitas como podréis imaginar.

Baalbek y el libano

Fenicios, romanos, griegos y bizantinos han dejado huella en Baalbek. Existen numerosos restos de templos romanos de gran interés. En las mismas ruinas pueden verse restos de muchas culturas antigüas como restos de origen fenicio, un altar bizantino, o multitud de inscripciones en griego y en latín.  El templo de Júpiter es el de mayor tamaño, sin embargo presenta mejor conservación el templo de Baco, el dios del vino.

En Baalbek se celebraban numerosas orgías o bacanales. Principalmente por la sencilla razón de que ese valle, el valle de Beqaa era  una importante fuente de producción vinícola. La palabra bacanal se origina de Baco, el dios del vino comentado anteriormente y que era adorado en dicho lugar. En Kefraya es posible visitar dos reconocidas bodegas: Cave Kouroum y Chateau Kefraya. Sus vinos son una mezcla de varias uvas sobre todo de origen francés, lo cual da a estos vinos aromas muy afrutados y agradables al paladar.

Totalmente recomendable hacer parada en Ksara, ya que hay alli otra bodega donde se pueden ver las cuevas kilométricas que los mismos romanos diseñaron para hacer reposar sus barriles de roble con su preciado elixir.

En Khozaya, en el valle sagrado es aconsejable ver el monasterio presente alli; un sitio mágico y remto. Desde ahí queda a un salto el bosque de cedros, que se puede visitar  aprovechando el viaje en ese mismo día. El cedro es todo un icono en el Líbano, aparece en la bandera, en el escudo, en los billetes, en el logo de su aerolínea nacional… ¿Por qué? Sencillamente porque para ellos el cedro representa la eternidad. Al parecer algunos cedros del lugar tienen unos seis mil años de vida. Quién los cogiera.

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